miércoles, 14 de octubre de 2009

Depeche Mode explanada del Estadio Monumental 13 de octubre 2009


Meses contando los días para el glorioso martes 13 de octubre del 2009. Había llegado por fin el momento. Era el turno de ir a uno de los conciertos más esperados del año.

Dave Gahan es Dios. Sino cómo entender que a pocos meses de enfrentar un serio problema estomacal, y de que se le extirpase un tumor, el tipo haya cantado y bailado como lo hizo anoche en la explanada del Estadio Monumental: parecía que era la última que se estaba presentando ante el público, y eso ya es todo un lujo que nos pudimos dar los fanáticos de la música en el Perú.

Desde el inicio del show, con la potente “In Chains”, pudimos darnos cuenta de que no habíamos asistido a un concierto, sino a una ceremonia; una especie de ritual que congregó a más de 20 mil fieles –parafraseando al título de uno de sus discos- llenos de fe y devoción, que se entregaron de comienzo a fin al desenfrenado movimiento de caderas de Gahan, al romanticismo de Martin Gore y a la paciencia de Andy Fletcher.

Acompañados de un espectacular y moderno diseño visual y de un sólido baterista, Depeche Mode presentó los temas de “Sounds of the Universe”, su más reciente disco de estudio, y repasó varios de sus hits. Pero si tenemos que hablar de “los mejores momentos del show”, podríamos empezar enumerando la descarnada versión de “Home” que Martin Gore cantó acompañado de un piano, seguida por la potente “In Your Room” y la celebrada “I Feel You”. Como para recordarlos siempre.

Una noche para recordar siempre

Con “Enjoy the Silence”, “Behind the Wheel” y “Personal Jesus”, nadie pudo quedarse quieto; tres de los himnos de Depeche Mode sonando en Lima, cumpliéndole el sueño a miles. Lágrimas, baile, saltos, gritos, desenfreno generalizado, el trío generó tanta energía en el Monumental, que hasta ahora parecen increíbles las más de dos horas que los ingleses tocaron para nosotros. Sin duda, lo mejor que se verá (y oirá) en muchos, muchísimos años.

El final llegó con “Waiting for the Night”, una joya oculta en su exitoso disco “Violator”, que puso a Martin y Dave frente al público, cantando a dúo, combinando voces y sentimientos. El mejor cierre para una noche que quedará en el recuerdo. “Nos vemos próximamente”, Gahan agradeció al público y arrojó una promesa al aire, así como un gran error al agradecer a Chile. Bueno, un error lo comete cualquiera.

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