¿Alguien tenía alguna duda que The Killers sería un super concierto? Qué satisfacción queda cuando cumplen con tus expectativas y te dan más para saborear. Cuando tu cuerpo continúa vibrando a pesar de que el espectáculo terminó, cuando sigues escuchando las canciones que más gritaste, con las que saltaste agitando los brazos. Eso es The Killers: Ese gustito de más.
Brandon Flowers, vocalista y tecladista de la banda, salió con sus tres asesinos al ruedo a las 9 y 56 de la noche. La gente no ahorraba gritos, él solo miraba a la espera de la primera canción. “Es el hombre más sexy del mundo” escuchaba a una fan a mi costado, quien hoy, de seguro, no tendrá voz.
Y todo se inició con Human. Los signos vitales de los asistentes se aceleraban, estaban definiendo su condición de humanos o danzantes, pero el público lo fue todo, se entregó a The Killers sin temor de ser asesinados con sus canciones y vaya que la banda lo disfrutó también. ¡Lo disfrutamos todos!
“The Killers nunca pone banderas en sus conciertos, nos aman” gritó una fanática cuando Brandon colocó el pabellón nacional sobre uno de los parlantes. Y no se equivocó, pues el vocalista aseguró que tienen una conexión con el Perú y prometieron volver.
El concierto continúo con Somebody told me, del álbum Hot Fuss. Luego tocaron Losing Touch, y podían tocar cualquier tema, aún desconocido, y ya tenían al público en sus bolsillos. “Es increíble lo que estoy viviendo, no lo puedo creer, woooooooo!” gritaba un fanático desde la preferencial.
“Los Killers son parcos pero se soltaron ante el corazón peruano”, asegura una bella señorita de la zona Platinum . Y qué sorpresa me lleve con el desenvolvimiento de Brandon sobre el escenario. Manejaba al público a su antojo, siguiéndolo con las palmas y saltando con él. Cada vez que se paraba sobre los parlantes era una nueva actuación. El teatro era suyo, en la mejor obra de su carrera para el Perú.
Esta de más, creo yo, mencionar que la gente casi pierde el conocimiento cuando escucharon las notas de Mr. Brightside, Read my mind, Smile Like You Mean It y When You Were Young. El mar humano formaba olas, el público peruano era capaz de crear un tsunami de tanta agitación. Así lo sentí yo, así lo sintieron ellos. Por algo entonaron la canción de UB40 I can`t help, o falling in love with you como es más conocida.
“El Perú y The Killers son uno solo, qué tierno eres Brandon, te amooooo” , se escuchaba desde algún sector de la explanada del Monumental.
Los 4 asesinos salieron del escenario por algún momento. La gente coreaba sus nombres. Pedían más y ellos accedieron con un detalle para resaltar, el pabellón nacional flameaba en las manos del vocalista. Luego el escenario se encendió con la pirotecnia mientras Brandon Flowers miraba de rodillas como Dave Keuning se deleitaba con su guitarra.
“Cuando vi la bandera flameando exploté, no pude más”, comentaba una de las asistentes. Y así fue. El concierto fue esplendido, un orgasmo musical. Duró 1 hora con 32 minutos, para algunos muy poco, para otros el goce fue eterno.
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